La cotidianidad y la vida en sociedad no siempre es tan fácil como quisiéramos; en ocasiones las relaciones interpersonales y de negocios desencadena un sin fin de inconvenientes, aún cuando se actúa con cautela y responsabilidad.
El camino más expedito para la solución de un conflicto es la conciliación; permite ahorrar tiempo, energía y dinero. La conyuntura nos ha hecho un llamado a recordar el cuidado que le debemos a nuestra salud, así que propiciar un escenario conciliatorio con quienes tenemos alguna disputa legal es un acto sensato e inteligente para nuestra tranquilidad y buena salud; además la mayor de las veces la conciliación extrajudicial es un requisito obligatorio que se debe agotar antes de acudir a los estrados judiciales conforme los artículos 35 y 38 Ley 640 de 2001.
Si agotada esta opción no se llega a un acuerdo conciliatorio; por lo menos ya habremos cumplido un requisito de procedibilidad sin el cual no se podría activar el aparato judicial.
Mi tiempo y experiencia jurídica son algunos de mis más grandes activos puestos a su disposición. Cuente conmigo para solucionar sus problemas legales.