¿Qué es una sucesión ilíquida?

La sucesión ilíquida corresponde al conjunto de bienes , derechos y obligaciones que ha dejado una persona al momento de su fallecimiento.

Para liquidar estos bienes, derechos y obligaciones es indispensable iniciar un proceso de sucesión, en el cual se le adjudicarán los bienes a los herederos o legatarios, según el derecho que cada uno acredite.

La sucesión es ilíquida hasta el momento en que se surta dicho proceso y se profiera sentencia judicial que apruebe una partición y adjudicación de los bienes a los herederos. También cuando sea autorizada la escritura pública -esto cuando es de común acuerdo entre los interesados y se lleve a cabo por notaria-.

La importancia de la sucesión ilíquida, es que se sigue pagando el impuesto sobre la renta, de igual forma como estaba obligado su propietario en vida.

La obligación de pagar impuestos ante la DIAN iniciará en los herederos, hasta cuando los bienes sean adjudicados legalmente a éstos, ya sea mediante una sentencia o escritura pública en caso de acuerdo y se calcularán sobre el valor fiscal de cada bien según sea el caso